Un mentalista, contratado por el campo para que provoque precipitaciones
Javier Peloursón, de 38 años, que tiene un "don natural" para desatar precipitaciones. Productores de Buenos Aires lo contrataron desesperados por la situación de sequía
Peloursón fue empleado por la Cooperativa Agrícola de Ramallo para que fabrique lluvia debido a la feroz sequía que afecta a los campos argentinos. Si bien resulta difícil creer que una persona pueda tener semejante "don", parece que los productores bonaerenses están conformes con los resultados."Tiene que ver con una capacidad mental que tiene que ver con reducir los fenómenos extremos. Puede ser utilizado para disminuir granizo y tormentas o para crearlas", explica Peloursón."Cuando fui a San Pedro, el 30 de diciembre de 2007, no había pronóstico de lluvias. A los dos días que hice mi trabajo, llovió. En el caso de Ramallo, hicimos un acuerdo el 7 de enero de 2009 y en una conferencia de prensa anuncié que iban a caer 50 milímetros mínimos durante el mes, lo mismo en febrero y marzo. En lo que va de enero cayeron entre 60 y 70 milímetros mientras que en lo que va de febrero ya cayeron 130 milímetros", relata orgulloso del resultado de su trabajo.A la hora de preguntarle cómo funciona su método, se muestra hermético y simplemente asegura que se trata de un "don natural". Tampoco le preocupa que mucha gente no le crea y lo trate de "chanta". "Si no quieren creer que no me crean, me chupan un huevo", asegura despreocupado. Peloursón cuenta que siempre que realiza su trabajo, se basa en informes del Servicio Meteorológico que demuestran que no se van a producir lluvias para luego demostrar su "don". Lo descubrió en 1998 dado que tenia que ir a rendir una materia de medicina pero preferia esa tarde dormir la siesta para eso penso en la lluvia y desde ese momento se dedicó durante cinco años a perfeccionar su trabajo para luego darlo a conocer. No quiso dar explicaciones sobre por qué cree que tiene esta capacidad sobrenatural pero sí consideró "que tiene que ver con cuestiones muy profundas y muy internas de uno mismo". "Tengo que cumplir una función importante con el clima", dijo. Si bien no quiere precisar datos sobre los costos de sus servicios, deja en claro que "no existe algo en el mundo, ya sea científico o no, que pueda contrarrestar los efectos extremos del clima" y eso hace que alcance "un valor inimaginable". Sin embargo, aclara que "recién empieza" y el costo es "una cosa ahora y va a ser otra cosa después".
Javier Peloursón, de 38 años, que tiene un "don natural" para desatar precipitaciones. Productores de Buenos Aires lo contrataron desesperados por la situación de sequía
Peloursón fue empleado por la Cooperativa Agrícola de Ramallo para que fabrique lluvia debido a la feroz sequía que afecta a los campos argentinos. Si bien resulta difícil creer que una persona pueda tener semejante "don", parece que los productores bonaerenses están conformes con los resultados."Tiene que ver con una capacidad mental que tiene que ver con reducir los fenómenos extremos. Puede ser utilizado para disminuir granizo y tormentas o para crearlas", explica Peloursón."Cuando fui a San Pedro, el 30 de diciembre de 2007, no había pronóstico de lluvias. A los dos días que hice mi trabajo, llovió. En el caso de Ramallo, hicimos un acuerdo el 7 de enero de 2009 y en una conferencia de prensa anuncié que iban a caer 50 milímetros mínimos durante el mes, lo mismo en febrero y marzo. En lo que va de enero cayeron entre 60 y 70 milímetros mientras que en lo que va de febrero ya cayeron 130 milímetros", relata orgulloso del resultado de su trabajo.A la hora de preguntarle cómo funciona su método, se muestra hermético y simplemente asegura que se trata de un "don natural". Tampoco le preocupa que mucha gente no le crea y lo trate de "chanta". "Si no quieren creer que no me crean, me chupan un huevo", asegura despreocupado. Peloursón cuenta que siempre que realiza su trabajo, se basa en informes del Servicio Meteorológico que demuestran que no se van a producir lluvias para luego demostrar su "don". Lo descubrió en 1998 dado que tenia que ir a rendir una materia de medicina pero preferia esa tarde dormir la siesta para eso penso en la lluvia y desde ese momento se dedicó durante cinco años a perfeccionar su trabajo para luego darlo a conocer. No quiso dar explicaciones sobre por qué cree que tiene esta capacidad sobrenatural pero sí consideró "que tiene que ver con cuestiones muy profundas y muy internas de uno mismo". "Tengo que cumplir una función importante con el clima", dijo. Si bien no quiere precisar datos sobre los costos de sus servicios, deja en claro que "no existe algo en el mundo, ya sea científico o no, que pueda contrarrestar los efectos extremos del clima" y eso hace que alcance "un valor inimaginable". Sin embargo, aclara que "recién empieza" y el costo es "una cosa ahora y va a ser otra cosa después".
