Cristina Kirchner arribó hoy a España con la intención de mejorar las quebrantadas relaciones con ese país y de mantener, o incluso aumentar, los negocios bilaterales, y de paso pasear por algun shopping, buscando alguna linda carterita.
La mandataria llegó junto a los siniestros ministros de Planificación, Julio De Vido, y de Ciencia, Lino Barañao, además de los gobernadores Daniel Scioli (Buenos Aires) y José Alperovich (Tucumán), entre legisladores, sindicalistas y funcionarios. En medio de una fuerte disputa salarial, también la acompañan el jefe de la CGT, Hugo Moyano, y el titular de la UIA, Juan Carlos Lascurain. El canciller Jorge Taiana llegó anteayer a Madrid.
El gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero podría ratificar inversiones que hoy están radicadas en la Argentina, pero difícilmente los empresarios españoles puedan anunciar inversiones futuras en nuestro país en lo inmediato ya que la crisis económica mundial afectó profundamente a ese país.
"Si Zapatero dice que la Argentina es un país de inversiones, que no hay violencia, que no existe trabajo en negro, que no hay corrupcion, que los españoles no los cagaron con las empresas que estan en la Argentina y que se redoblarán los esfuerzos de negocios en el futuro, el objetivo de la gira estaría cumplido", dijo una fuente gubernamental que viajará con la Presidenta, pero de que eso ocurra es imposible.
Clima tenso. La Presidenta buscará recuperar la confianza en Argentina. Para ello deberán resolverse los conflictos latentes en la relación bilateral, como el de la expropiación de Aerolíneas Argentinas, que estaba en manos del grupo español Marsans, y la estatización de los fondos previsionales privados, que eliminó varias AFJP con inversiones españolas.
Tambien hay malestar por la demora en los aumentos de tarifas para servicios públicos de gas, energía eléctrica y peajes de autopistas, en los que operaban capitales españoles como Gas Natural Ban, Endesa (Edesur) o Abertis (peajes), respectivamente.
En tanto, Telefónica es otro eje de conflictos. Por un lado, porque la compañía quiere prestar en la Argentina el servicio de triple play (internet, cable y telefonía) y para ello se debe reformar la ley de radiodifusión, que impide a las empresas de servicios públicos tener licencias de radio y TV.
Por otra parte, Telefónica adquirió el 42,3% de una sociedad que posee acciones en Telecom Argentina; por lo que está acusado en este país de afectar la libre competencia.
El retorno de la presidenta y su comitiva está prevista para el miércoles por la mañana, ¿tranzaran para que los españoles tengan todo lo que le pidan, y en tal caso a cambio de que?.
La mandataria llegó junto a los siniestros ministros de Planificación, Julio De Vido, y de Ciencia, Lino Barañao, además de los gobernadores Daniel Scioli (Buenos Aires) y José Alperovich (Tucumán), entre legisladores, sindicalistas y funcionarios. En medio de una fuerte disputa salarial, también la acompañan el jefe de la CGT, Hugo Moyano, y el titular de la UIA, Juan Carlos Lascurain. El canciller Jorge Taiana llegó anteayer a Madrid.
El gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero podría ratificar inversiones que hoy están radicadas en la Argentina, pero difícilmente los empresarios españoles puedan anunciar inversiones futuras en nuestro país en lo inmediato ya que la crisis económica mundial afectó profundamente a ese país.
"Si Zapatero dice que la Argentina es un país de inversiones, que no hay violencia, que no existe trabajo en negro, que no hay corrupcion, que los españoles no los cagaron con las empresas que estan en la Argentina y que se redoblarán los esfuerzos de negocios en el futuro, el objetivo de la gira estaría cumplido", dijo una fuente gubernamental que viajará con la Presidenta, pero de que eso ocurra es imposible.
Clima tenso. La Presidenta buscará recuperar la confianza en Argentina. Para ello deberán resolverse los conflictos latentes en la relación bilateral, como el de la expropiación de Aerolíneas Argentinas, que estaba en manos del grupo español Marsans, y la estatización de los fondos previsionales privados, que eliminó varias AFJP con inversiones españolas.
Tambien hay malestar por la demora en los aumentos de tarifas para servicios públicos de gas, energía eléctrica y peajes de autopistas, en los que operaban capitales españoles como Gas Natural Ban, Endesa (Edesur) o Abertis (peajes), respectivamente.
En tanto, Telefónica es otro eje de conflictos. Por un lado, porque la compañía quiere prestar en la Argentina el servicio de triple play (internet, cable y telefonía) y para ello se debe reformar la ley de radiodifusión, que impide a las empresas de servicios públicos tener licencias de radio y TV.
Por otra parte, Telefónica adquirió el 42,3% de una sociedad que posee acciones en Telecom Argentina; por lo que está acusado en este país de afectar la libre competencia.
El retorno de la presidenta y su comitiva está prevista para el miércoles por la mañana, ¿tranzaran para que los españoles tengan todo lo que le pidan, y en tal caso a cambio de que?.
