La rusa Maria Sharapova descendió del primer puesto del ránking mundial al decimosexto porque no juega desde agosto del año pasado. Una lesión en el hombro, que incluso provocó que pasara por el quirófano, la apartó de la competición, si bien lleva varias semanas entrenando, no acaba de volver al circuito, ya que asegura que todavía no se encuentra en forma para competir con las mejores.Sin embargo, según AS, que no se la vea con una raqueta en la mano no impide que los patrocinadores sigan fijándose en ella para vender sus productos. Todavía mantiene su tirón popular, aunque cada vez se parezca más a su predecesora en el trono del glamour del circuito femenino, su compatriota Anna Kournikova, aún una pieza cotizada en fiestas y una habitual en los cotilleos del corazón por su cacareada relación con el cantante español Enrique Iglesias.Como Anna, también Maria se buscó un novio. No tan mediático, aunque sí importante en el ámbito norteamericano. La tenista mantiene un romance con Charlie Ebersol, cuya cuenta bancaria está bien saneada y es hijo de Dick Ebersol, estrella histórica de la televisión como creador del show Saturday Night Live.Aunque millones no le faltan a la rusa, se estrena como la nueva imagen de la firma de ropa y complementos Cole Haan, empresa relacionada con Nike, uno de sus 'sponsors principales'. Ello le permitirá aparecer en revistas como Vanity Fair o Elle.Canon, Colgate, Tag Heuer, Prince, Land Rover, Parlux Fragrances, Sony Ericsson y Tiffany siguen confiando en el imán Sharapova, que todavía no estableció una fecha de vuelta a la competición después de darse de baja en París y Dubai, como ya antes lo había hecho en Australia.A diferencia de Anna Kournikova, ella puede decir que reinó en el tenis femenino y tiene títulos del Grand Slam. En abril cumplirá 22 años, edad a la que Anna colgó la raqueta en la alta competición, pero no la de ciertos 'bolos' que continúa jugando.
